En estos tiempos caracterizados por la degradación de la cultura, la música y los festivales han sufrido las consecuencias. El objetivo de aturdir multitudes en los festivales favorecen negocios “non santos”. La crítica situación por la que atravesamos, estimula la proliferación de artistas, intérpretes y cantantes. Muchos cobran fama gracias a que ciertos canales de TV necesitan llenar sus espacios con mucha chismografía de la farándula. Al respecto, quiero compartir con todos aquellos amantes de la buena música, mi sincero lamento por la pérdida del gran músico Andrè Rieu, quien con su formidable orquesta Johan Strauss, la cual llegó a tener hasta 60 músicos, supo organizar conciertos y festivales de música clásica, para que miles de personas disfruten en diferentes escenarios en muchos países de todo el planeta. Como director, gozaba de extraordinario aprecio en su entorno, por su bonhomía, su generosidad y el buen humor que ostentaba, a pesar de haber sufrido múltiples traspiés desde que empezó con su vocación. Fue un gran violinista que hacia honor a su Stradivarius. Su intención fue siempre la de mantener latente la belleza del vals y tratar de que la música clásica llegue a la mayor cantidad posible de personas. Se preocupaba de que sus conciertos también sean festivales en los cuales la gente podía bailar, reír y llorar porque en cada país que actuaba siempre incluía actores y las canciones que más los caracterizaban. Las entradas a sus conciertos siempre se agotaban y era asombrosa la cantidad de asistentes. Su obsesión por lograr la perfección de hacer siempre un mejor espectáculo, le pasaba su factura con trastornos sicológicos que llegaban a atormentarlo. Sin embargo, en los escenarios siempre estaba sonriente y con el mejor humor. Dado que es una música que no se escucha en los medios, supe disfrutarla por la web. Muchos de sus conciertos son inolvidables como cuando festejo el aniversario de Viena, o las interpretaciones titulada La “Vie Est Belle”. Un concierto extendido que no se puede dejar de escuchar.
Humberto Hugo D’Andrea
hdandrea95@gmail.com